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sábado, 14 de julio de 2012

¿Marchar no sirve de nada?

Me he encontrado con comentarios constantes de amigos, compañeros y conocidos, que aseguran con gran convicción que marchar no sirve de nada. Que el resultado ya está establecido y no podremos hacer nada para cambiarlo. Que, en todo caso, se deben hacer acciones pensando a largo plazo, por vías jurídicas o legaloides, donde la ley favorece claramente al poderoso. Es cierto, debe haber trabajo  pensado a largo plazo. Pero también debe haber movilización ciudadana inmediata. Estamos en un momento histórico en el que el pueblo empieza a levantar la voz no sólo en México, sino en todo el mundo; hay que aprovechar esa inercia que vivimos en el presente, pues, si la dejamos pasar, habremos perdido una gran oportunidad de lograr un cambio importante en nuestro país. Hoy, México se está uniendo a la creciente cantidad de países donde grandes movimientos sociales han irrumpido fuertemente: los Indignados en España, Occupy Wall Street en Estados Unidos, la revolución silenciosa en Islandia o las revoluciones de colores en Medio Oriente y Europa Oriental. Estas últimas, particularmente, son claros ejemplos de como las movilizaciones ciudadanas funcionan al grado de derrocar gobiernos. El caso más conocido, sin duda, es el de la Primavera Árabe, donde a través de grandes movilizaciones convocadas en redes sociales, se logró tirar, por ejemplo, a Hosni Mubarak, dictador egipcio que llevaba poco más de treinta años en el poder. Pero hay otros casos, quizá no tan conocidos, como la Revolución Naranja en Ucrania, donde se logró evitar un fraude electoral de desproporcionadas dimensiones (hummm... ¿a qué me suena?), o la Revolución Otpor! en Serbia, donde se logró la derrota electoral del presidente Slobodan Milósevik. Todas estas revoluciones comparten un par de características: fueron pacíficas (con excepciones aisladas), y nacieron por iniciativa de la juventud, muchas veces del sector estudiantil. Mismas características que comparten las nacientes movilizaciones mexicanas. Les comparto, por si no lo habían visto, un documental que habla de todas estas revoluciones. Dedíquenle un tiempo, de verdad vale mucho la pena:


Tal vez es temprano para pensar en una nueva revolución mexicana, no lo sé; lo que sé es que las marchas y manifestaciones deben continuar. Porque si resulta que no logramos el objetivo máximo (que Peña Nieto no llegue a la presidencia), por lo menos pondremos una presión enorme sobre el gobierno para que los compañeros que están trabajando en soluciones a largo plazo (reformas electorales, políticas, laborales, de medios, etc) sean escuchados. Además, con lo poco que hemos hecho (pues aún falta mucho camino por recorrer), ya hemos logrado bastante. Me di cuenta de eso al leer una publicación de una persona que se encontraba en Tailandia y que corrió por redes sociales. Lo que escribió esta persona es lo siguiente:
Señoras y señores, como algunos sabrán y otros no, me encuentro en Tailandia. Donde me encuentro con gente de todo el mundo. Todos ellos me mencionan lo siguiente: "Que hubo un gran fraude en México" "Que los medios están comprados a favor de un candidato" "Que el presidente que impusieron esta coludido con el narcotrafico" "Que los mexicanos no lo permitieron y se han manifestado haciendo valer sus derechos"... etc. Gente de Canadá, China, España, Tailandia, Australia, E.U.A.... de todos lados me lo dice. Es noticia internacional "HUBO UN GRAN FRAUDE EN MÉXICO PARA APOYAR A UN CIERTO CANDIDATO" 
Su voz ha sido escuchada señores y la gente de todo el mundo los respeta y admira por su valor y decisión, se han convertido en gente ejemplar para todo el mundo. Ya nadie puede negar lo que es, mucho menos los mexicanos y sus fraudulentos medios de comunicación y/o partidos políticos. Las cosas como son. VAMOS MÉXICO, EL CAMBIO ES AHORA. No importa de que partido seas o a que candidato apoyes, se trata de respetar a tu país, a tu gente, tus propios derechos, de hacer valer la democracia porque la gente vale, nuestra voz también. Es nuestra libertad y nadie tiene derecho a quitárnosla.
Así que, repito la pregunta del título: ¿Marchar no sirve de nada? Me parece evidente que sí sirve, y mucho. Sin duda, al menos, sirve mucho más que sólo quejarnos o quedarnos sentados en casa viendo televisión.

Mi twitter: @SidyAsi
Mi blog: El Universo Absurdo de Sid

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