No nos terminan de enjaretar a un presidente y ya nos quieren enjaretar una reforma laboral hecha por y para beneficio de los oligarcas. Miren, les voy a ser sincero, a mi la reforma laboral no me perjudica en lo más mínimo; lo que pasa es que no soy trabajador ni obrero. Yo soy auto-empleado, no pago impuestos (por aquello de la desobediencia civil), no genero gran cosa en lo que a productividad monetaria se refiere, pero tengo comida en el refrigerador y un techo donde dormir (hasta una cama matrimonial bastante cómoda herencia de mis padres, vaya). A muchos de mis amigos tampoco parece afectarles gran cosa la reforma laboral, pues son emprendedores; si acaso, los beneficia, digo, ¿a que empresario no le parece atractivo un país donde puedes explotar a tus empleados, pagarles una mierda, no darles prestaciones, correrlos fácilmente y hacer todo esto en el marco de la ley? Contestando mi pregunta: a los empresarios con un poquito de ética. Porque si bien a unos pocos no nos afecta, al 95% de la población sí, y mucho. Incluso, si de inicio esta reforma no parece afectar al pequeño y al mediano empresario, con un poco de análisis superficial nos daremos cuenta que al final todos nos jodemos. Me explico.
Ya todos conocemos a grandes rasgos en qué consiste la reforma laboral (sí no la conoces, te invito a informarte un poco más de lo que pasa en tu país. Puedes empezar leyendo estas notas: 36 razones para no aprobar la reforma laboral, los 4 puntos polémicos de la reforma, análisis de la iniciativa..., cuatro temas torales...) Sabemos que significaría un terrible abaratamiento del empleo y una falta de protección alarmante para el trabajador. Lo interesante aquí es lo que dicen quienes defienden esta reforma: argumentan (con lógica refinada) que el empleo se incrementaría y además se atraería una gran cantidad de inversión privada, ¿y saben qué?, tienen razón. Pero no explican por qué la tienen. Es muy sencillo, ¡por supuesto que el empleo se incrementaría! Digo, con eso de que ya se podrá contratar a un trabajador una sola hora al día, pagándole $7 por hora, ese trabajador tendrá que buscar otros empleos, y bueno, los políticos van a poder presumir que el mexicano promedio no tiene un empleo, sino ¡dos o tres! Bajar el desempleo como por acto de magia, eso es efectividad política; lástima que el empleado no tendrá dinero para comer, porque tendrá que usar su sueldo de cada hora para pagar transporte público que lo traslade a su siguiente trabajo. Trabajar va a ser una cosa maravillosa, no saben, ya me imagino a mis amigos empleados presumiendo sus ocho trabajos diferentes. Que por cierto, me pregunto si los diputados que están votando a favor de la reforma laboral aceptarán que los contratemos a prueba, y si en 6 meses no nos gusta su trabajo los cambiemos...; ya me parecía que no.
Por otro lado, está la cuestión de atraer inversión privada. Los diputados priístas y panistas dicen (e insisto, dicen bien), que con la reforma laboral se atraerá a la inversión privada. Eso también es de lo más obvio, digo, a las empresas trasnacionales les encanta la mano de obra barata. Y con una mano de obra tan barata y desprotegida, vamos a terminar compitiendo con China por ver quién tiene peores condiciones de trabajo. Al menos en algo le competiremos, así como competimos con Irak o Pakistán por ver quién es el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo. ¿A poco no nos sentimos orgullosos de nuestro hermoso México?
En fin. Y que los dueños de micro, pequeñas o medianas empresas ni se engañen, a ellas en nada les favorece la reforma, ¿por qué?, por la sencilla razón de que con tantas empresas enormes llegando a nuestro país, las pequeñas empresas van a terminar siendo devoradas por transnacionales (pregúntenle a los dueños de tiendas de abarrotes qué les pasa a sus locales cuando se pone un Walmart cerca, por ejemplo), y todos los emprendedores van a terminar o de empleados sin derechos (aunque el término "esclavos" me parece más atinado) o en el comercio informal. O en el mejor de los casos, como yo, siendo auto-empleados desobedientes viviendo al día.
Ya ni entro en el tema de como la bancada del PRI en el congreso eliminó de la reforma las partes que obligaban a los sindicatos a ser transparentes y democráticos, porque traigo fuerte la colitis y cuando hago corajes me da más. Sólo hago la pregunta, porque soy bastante curioso: ¿por qué lo habrá hecho? No es como que el PRI tenga intereses oscuros en los sindicatos ni nada parecido...
Lo mejor de todo es que una vez más, el gobierno de Felipe Calderón presumirá lo mucho que con esta reforma la macroeconomía crecerá. Con ella también se engordarán las panzas de unos pocos, pero... ¿y los millones que mueren de hambre? ¿Los millones que serán víctimas del vasallaje? No podemos tapar el sol con un dedo, detrás de la reforma laboral están los grupos de poder de siempre. Las empresas voraces cuyo estandarte es el neoliberalismo. La ley del fuerte y el intervencionismo imperialista americano. El gobierno dice que detrás de la reforma laboral hay modernidad y progreso; nada más equivocado, a menos que con modernidad se refiera a un regreso a la edad media y con progreso se refiera a volver a adoptar el feudalismo como sistema económico.
Así de claro: Detrás de la Reforma Laboral hay esclavitud y hambre. La pregunta es: ¿nos vamos a dejar?
Mi twitter: @sidyasi
Mi blog: El universo absurdo de Sid
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