No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena.
Martin Luther King Jr.
A veces pareciera que la indiferencia y el valemadrismo político son algo cool. Cuántas veces no he escuchado ese: "¿Política? Bah, a mí la política me vale madre...", seguido por una ronda de aprobaciones silenciosas (o no) de la gente presente. Y luego está el clásico estatus de red social: "Ya supérenlo, ya pasaron las elecciones, ya dejen de hablar de política, qué hueva", con su respectivo ejército de likes facebookeros. Incluso la indiferencia va más allá del ámbito político (aunque en realidad todo tenga que ver con política, de manera directa o indirecta): un daño ambiental que parece irreversible, millones de pobres y miles de personas que mueren de hambre (según cifras del CEIDAS, del 2001 al 2010, en México fallecieron 85 mil 343 personas por desnutrición), empresas extranjeras que están acabando con nuestros recursos naturales para llevarse el capital generado por esta explotación a sus países (muchas veces obligando a la gente a desplazarse para poder hacerlo), aire y agua cada vez más contaminados y escasos, alimentos que en vez de nutrir, enferman... en fin, al mundo se lo está llevando la chingada y pocos parecen mover un dedo. México es, en general, el país de los indiferentes, de los valemadristas, de los que sienten que no hay luchas dignas que luchar o de los que creen que las hay pero nada se puede hacer o todo se puede resolver con un tweet. Quizá tú eres uno de esos.
Te tengo una noticia: no eres indiferente, así, a secas. Eres indiferente PORQUE NO TE AFECTA. Si te afectara, otra cosa muy distinta sería.
Ahora que si algo te afecta y no haces nada por cambiarlo, no eres indiferente, eres pendejo.
Mi twitter: @SidyAsi
Mi blog: El universo absurdo de Sid
No hay comentarios:
Publicar un comentario